martes, 28 de mayo de 2013

María Seguí defiende en el Congreso el nuevo Reglamento General de Circulación



La directora general de Tráfico compareció hoy 28 de mayo de 2013 a petición propia ante la Comisión de Seguridad Vial y Movilidad Sostenible del Congreso de los Diputados. 


María Seguí defiende ante la Comisión de Seguridad Vial y Movilidad Sostenible el uso obligatorio del casco para los ciclistas en ciudad.:

En su intervención, se mostró convencida de la utilidad de la citada medida para la seguridad vial, pero ofreció la creación de una ponencia en el Congreso que debata el asunto mientras se tramita la reforma de la Ley de Seguridad Vial, cuya aprobación precederá a la del nuevo Reglamento de Circulación.

Seguí, consciente de la polémica desatada en los últimos meses a propósito de incorporar al Reglamento General de Circulación la obligatoriedad de que los ciclistas lleven puesto el casco allí por donde circulen, se apoyó en una serie de datos. Por ejemplo, en 2011 hubo 49 fallecidos en accidente de bicicleta (37 en vías interurbanas y 12 en vías urbanas), 589 heridos graves (304 en vías interurbanas y 285 en vías urbanas) y 4.301 heridos leves (1.423 en vías interurbanas y 2.878 en vías interurbanas). "El 17% de los ciclistas heridos que precisaron atención hospitalaria había sufrido un traumatismo cráneo-encefálico en el accidente", afirmó Seguí, quien concluyó: "La DGT no tiene ninguna duda sobre la utilidad del casco y muchas personas ya lo usan voluntariamente en la ciudad".

La directora general dijo que la oposición al uso obligatorio de dispositivos de seguridad no es algo nuevo, sino que ha ocurrido siempre; "también la hubo en el caso del cinturón, por parte de muchos automovilistas, o del casco, por parte de los motoristas, pero después la gente comprendió que salvaban vidas". Seguí cree que los datos oficiales de accidentalidad de ciclistas están muy por debajo de los reales y que "hay una tendencia al alza (motivada en parte por el uso creciente de este vehículo), al contrario de lo que ocurre con los restantes tipos de siniestralidad".

A los diputados que tacharon de "desincentivadora" la medida, Seguí replicó que "los estudios muestran que esa acusación es infundada; el nuevo Reglamento contiene hasta una decena de disposiciones pensadas para estimular el empleo de la bicicleta".

No obstante, la directora general propuso a los diputados de la Comisión la creación de una ponencia que permita debatir todas estas cuestiones al tiempo que se discute, vota y aprueba la reforma de la Ley de Tráfico, requisito indispensable para, a su vez, proceder a la modificación del Reglamento General de Circulación. "Estos dos cambios legislativos son inminentes", anunció Seguí.

A 130 km/h sólo en muy contados casos

El otro punto conflictivo durante la sesión fue la eventual subida del límite máximo de velocidad en autopistas y autovías. La directora general fue muy explícita: "El borrador del Reglamento consagra el límite de 120 km/h. Lo que ocurre es que establece la posibilidad de que en ciertos tramos monitorizados y señalizados mediante paneles luminosos, libres de siniestralidad mortal y siempre y cuando el firme esté en perfectas condiciones y la meteorología sea favorable, se pueda ir a 130 km/h. Es una interpretación sumamente conservadora de lo que se ha dado en llamar 'velocidad variable', algo de lo que se está hablando cada vez más en Europa".

Los diputados intervinientes

Por parte de CiU habló Jordi Jané, quien se mostró partidario de fomentar el uso del casco, a través de campañas divulgativas y pedagógicas, pero no de imponer su uso. "No debemos desalentar la utilización de las bicicletas porque las necesitamos por motivos de salud y de medio ambiente". Sobre el tema de las velocidades, Jané se declaró partidario de subir el límite máximo "en determinadas vías, siempre que la nueva velocidad sea creíble y se cumpla.

El portavoz del PSOEJuan Carlos Corcuera, se opuso al aumento de la velocidad máxima. "Todos los estudios concuerdan en señalar que a más velocidad, más siniestralidad; además hay razones de consumo energético y medioambientales que desaconsejan los 130 km/h; para colmo se lanza un mensaje contradictorio sobre la velocidad, invitando a los conductores a ir más de prisa".

Sobre el casco de los ciclistas, Corcuera señaló que España sería el primer país de Europa en imponerlo y "eso que muchos ayuntamientos y usuarios están en contra. En cambio se va a permitir que las bicicletas vayan por las aceras, lo cual va en detrimento de la seguridad vial de los peatones".

Joseba Agirretxea, del Grupo Vasco, declaró que no pensaba entrar en "la guerra del ciclista", pero postuló que "sean respetadas las ordenanzas de los ayuntamientos sobre este asunto" y añadió que "quizá fuera pertinente distinguir al ciclista deportivo del que usa la bici para pasar el rato o para acudir al trabajo y volver a su casa después".

Toni Cantó, de UP y D, se opuso tanto al aumento de la velocidad máxima como a la imposición del uso del casco. Con respecto al primer tema, declaró sospechar que se hiciese no por razones de movilidad "sino para ayudar a las concesionarias de las autopistas, que están teniendo muchas pérdidas". En cuanto al casco, atacó "las medidas coercitivas y esta lo es; la DGT debería preguntarse, en cambio, si estamos haciendo todo lo posible en materia de formación vial (donde sigue habiendo gente que se presenta por libre a los exámenes del permiso de conducir) y de prevención de accidentes". Cantó terminó preguntándose en voz alta "qué parte de lo recaudado en multas se emplea en Seguridad Vial".

Ascensión de las Heras, de Izquierda Plural, apoyó la reducción de la velocidad en las vías urbanas y en las carreteras convencionales y criticó su aumento en las vías de alta capacidad. "Lo que propone el Gobierno en este punto es contradictorio". Tampoco se adhirió al uso obligatorio del casco porque "dificulta el transporte intermodal y no es concluyente que sirva para que disminuyan las consecuencias de la siniestralidad en las ciudades con este tipo de vehículos".

Por último, Concepción Bravo, portavoz del PP, elogió la labor de la DGT y la coherencia de las medidas propuestas. "Usted ha actuado como debía (dijo refiriéndose a la directora general) y se ha puesto a construir a partir de lo heredado; no ha hecho tabla rasa. La prueba de su excelente trabajo es que la mortalidad vial sigue descendiendo. Las cifras avalan la política de la DGT y del Ministerio". 

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